A principios del siglo XIX se remonta la historia de los billetes de México. A continuación se detallan los eventos más importantes.
Antecedentes del billete mexicano
Durante la Independencia, debido al saqueo de minas y la fuga de fortunas españolas, la escasez de monedas generó una crisis económica en el país.
Ante la necesidad de contar con un medio de pago, en 1813 aparecieron unas piezas de cartón emitidas en San Miguel el Grande, Guanajuato.
Estaban escritos a mano y tenían denominación de medio real (moneda de la época).
Primeros billetes oficiales
En 1821, al fin de la guerra, México adoptó una monárquica encabezada por Agustín de Iturbide, el cual iniciaría sus funciones con una economía destrozada.
Gran banco del Imperio Mexicano
En 1822, se planteo la creación una institución encargada de emitir billetes; se denominaría “Gran Banco del Imperio Mexicano”.
Sin embargo, esta idea seria rechazada al no haber mucho interés en la creación de un banco central.
Billetes del Imperio Mexicano
A finales de 1822 se decidió poner en circulación billetes legales y que serían de circulación nacional.
Estos billetes fueron rechazados por el público, que los miraban con desconfianza y estaban más acostumbradas al uso de monedas.
Billetes “religiosos”
Tras la caída del Imperio, en 1823 se formo un gobierno provisional. Este trató de corregir los errores de Iturbide y ganarse la confianza del pueblo.
Una de sus acciones fue retirar los billetes imperiales. Sin embargo, ante las difíciles condiciones del país se decidió emitir nuevamente papel moneda para financiar el gobierno.
Para evitar el rechazo hacia estos nuevos billetes, se imprimieron bulas papales (textos religiosos) en el reverso de estos.
Se esperaba obtener la aceptación del pueblo mexicano por su religiosidad. Sin embargo, no ganó la confianza del público y tuvo que ser retirado de circulación.
Intento bancario de Maximiliano
Tras la llegada al poder de Maximiliano en 1884 durante el Segundo Imperio Mexicano se otorgaron algunas concesiones a bancos.
Uno de ellos fue el “Banco de México”, impulsado por algunos empresarios europeos. Se cree que este banco fue el que emitió algunos billetes durante este periodo.
Los billetes en realidad nunca circularon, pero su emisión representa un intento de estabilizar la economía del país.
El banco de Londres, México y Sudamérica
Después de los fracasos monetarios, pasaron varias décadas para que regresara la emisión del papel moneda en México.
En 1864, durante el Imperio de Maximiliano de Habsburgo, se retomó el proyecto, pero bajo condiciones distintas.
El responsable de la emisión sería el Banco de Londres, México y Sudamérica, y los billetes serían de aceptación voluntaria.
En esta ocasión, la aceptación fue exitosa, incluso llego a ser en ciertos medios más preferido que las monedas.
Ahora las personas tenían más confianza en este nuevo emisor, además, los diseños estaban familiarizados con elementos mexicanos, por lo cual tuvo mejor aceptación. En total, este banco emitió 5 series entre los años 1865 a 1914, encargados a diferentes compañías de impresión en el mundo, además de las impresiones en sus sucursales estatales.
Banca privada y el porfiriato
Durante el gobierno del general Porfirio Díaz se estableció un nuevo y bien organizado sistema bancario. Uno de los cambios destacables fue el cambio del real mexicano al peso mexicano en 1887, en el cual ocho reales equivalían a un peso, además se creo el Banco Nacional de México, encargado de la emisión de billetes entre sus tareas.
Con el esplendor económico, se propició la creación de bancos privados que emitirían sus propios billetes, estos iban desde simples bancos regionales (estatales) hasta grandes bancos extranjeros. Algunos de estos eran el Banco de los empleados, Nacional Monte de Piedad, Banco Internacional é Hipotecario de México, Banco Mercantil Mexicano, entre otros.
Los billetes era impresos en el extranjero, pues México aún no contaba con la tecnología suficiente para emitirlos; imprentas como Bradbury, Wilkinson & Company, American Book & Printing, y en especial la American Bank Note Company (ABNC) se posicionaron entre las principales compañías emisoras.
Bajo este esquema, cada estado de la República contó, al menos, con un banco privado emisor de billete, además del Banco Nacional de México y el de Londres y México, únicos dos bancos con circulación nacional.
De este modo, México adoptó al billete como medio de pago de aceptación generalizada. Incluso, algunas empresas locales imprimieron sus propios billetes para ser entregados a sus trabajadores y ser canjeados.
El billete durante la Revolución Mexicana
Años después, un nuevo conflicto armado alteró el orden económico y social del país, la Revolución Mexicana de 1910, cuyo objetivo era la destitución del presidente Porfirio Díaz.
Después de algunos meses de guerra civil, en 1911 Diaz huyo del país y con su partida Francisco I. Madero tomo la presidencia de la república. Sin embargo, hacia 1913 el general Victoriano Huerta, a través de un golpe de estado, destituyó y asesinó a Madero, sumiendo aún más al país en el caos político y económico.
Huerta ordenó a los bancos a emitir grandes cantidades de billetes sin ningún respaldo, haciendo que este se depreciara aceleradamente y desmoronando al sistema bancario mexicano.
La falta de efectivo obligó a autoridades municipales, a comerciantes, mineros y hacendados a emitir piezas de necesidad, algunas de excelente calidad, pero otras de burda manufactura. A estas piezas se les conocía como “bilimbiques”, debido a la dificultad de los mexicanos en pronunciar el nombre de William Week, pagador de la mina Green de Cananea que utilizaba vales de papel para sus pagos. La falsificación masiva de estas piezas contribuyó a acrecentar el problema monetario de México y desacreditar de nuevo el papel moneda.
Además el ejercito constitucionalista al mando de Venustiano Carranza, que se había formado para hacer frente al gobierno de Huerta, también emitio sus propios billetes de emergencia.
Posrevolución
A mediados de 1914 Huerta huyo del país y el ejercito constitucionalista tomo el poder como un gobierno provisional, rápidamente comenzaron a emitir una nueva serie de billetes que llevaban la leyenda: “Gobierno provisional de México”. Estos se emitieron durante 1914 a 1916.
Hacia 1915, con el ejército constitucionalista en el poder, estos decidieron emitir nuevos billetes para evitar los problemas de falsificación que habia, ordenando su fabricación a la ABNC. Estos billetes se les conocía como “infalsificables”. Sin embargo, ese mismo año sufrieron una devaluación fulminante, siendo totalmente inutilizables.
El Banco de México
Hacia 1916, con el objetivo de poner en orden a la economía mexicana se creo la Comisión Monetaria, cuya tarea principal fue regular la circulación monetaria y hacer frente los problemas derivados de la emisión no controlada de billetes revolucionarios. Incluso hacia 1920 llego a emitir algunos billetes con la leyenda Comisión Monetaria, aunque solo durarían algunos meses en circulación.
A principios de 1917 tras la promulgación de Constitución Política, se decidió establecer que la emisión de billetes correspondería a un banco único bajo control del gobierno. Así 8 años después en 1925 se creo el Banco de México, con el objetivo de estabilizar la economía y unificar la emisión de billetes, además de encargarse de la regulación de la circulación monetaria, las tasas de interés y el tipo de cambio.
Durante sus primeros años el prestigio del Banco creció y tuvo un éxito razonable, sin embargo, la circulación y aceptación de sus billetes fue débil. No fue sino hasta la recuperación de la economía después de las crisis económicas de 1929 y 1930, además de unas nuevas reformas que flexibilizaron las reglas para la emisión de billetes, que se arraigó en definitiva al papel moneda como principal instrumento de pago en el país.
La American Bank Note Company de Nueva York (ABNC)
Los primeros billetes del Banco de México fueron impresos por la American Bank Note Company de Nueva York (ABNC) conocida por su alta calidad en el trabajo de papel moneda. Esta primera serie estuvo en circulación entre los años 1925 a 1934.
Estaba compuesta por billetes de $5, $10, $20, $50, $100, $500 y $1,000 pesos, con un tamaño de 180 x 83 mm. Eran conocidos popularmente con el nombre de los “anchos” o “grandes” debido a sus amplias medidas.
Posteriormente, de 1936 a 1942, se emitió una segunda serie de billetes, cuyo tamaño fue reducido a 157 x 67 mm. Solo se cambiaron los diseños de los billetes de $50 y $100 pesos, en el anverso del billete de $50 pesos aparecía Ignacio Zaragoza y en el billete de $100 pesos, Francisco I. Madero.
Serie AA de la American Bank Note Company
Al mismo tiempo de la segunda serie, se puso en circulación una tercera serie de billetes de 1936 a 1978, con las denominaciones de $1, $5, $10, $20, $50, $100, $500, $1,000 y $10,000 pesos. Sus medidas eran de 67 x 157 milimetros.
La novedad fue la inclusión del billete de $10,000 pesos y $1 peso, este ultimo a sido el único de esta denominación dentro de la historia de los billetes mexicanos que ha emitido el Banco de México.
Todos los billetes emitidos por la ABNC para el Banco de México se asemejaban en su diseño a los dólares estadounidenses, ambos eran monocromáticos y con una efigie en el centro rodeada de un arco.
Fabrica del Banco de México
En 1969, se abrió un nuevo capítulo en la historia de los billetes mexicanos, en ese año inició sus actividades la fábrica del Banco de México surgiendo así una nueva generación de billetes hecha con el respaldo tecnológico más avanzado de su momento.
Familia AA del Banco de México
Los billetes de esta familia fueron los primeros en fabricarse por el Banco de México, estuvieron en circulación entre los años 1969 a 1979. Estaban hechos de papel algodón y tenían las siguientes denominaciones: $5, $10, $20, $50, $100, $500 y $1,000 pesos.
Tenían medidas similares a la serie anterior de la ABNC, además de las mismas denominaciones, exceptuando las denominaciones de $1 y $10,000 pesos. Sin embargo los diseños de los billetes cambiarían totalmente, apareciendo ahora personajes históricos de México.
Familia A
Durante los años 70′ México atravesó un periodo de devaluación que afecto la capacidad de compra de las personas, el dinero perdía cada vez mas valor al pasar el tiempo y las compras comenzaron a realizarse con pagos en miles de pesos.
Los billetes de baja denominación de la serie AA eran menos impresos hasta ya no volver a producirse, ya que eran prácticamente inutilizables. Sin embargo llegó un punto que la inflación era tanta que debieron producirse billetes de denominaciones cada vez más alta. Así se empezó a emitir la serie de billetes A, entre los años de 1980 a 1990.
Sus denominaciones fueron: $2,000, $5,000, $10,000, $20,000, $50,000 hasta llegar a los $100,000 pesos, todos estos con medidas de 157 x 67 milímetros. No todos fueron emitidos a la vez, sino que conforme la inflación se fue elevando fueron saliendo las denominaciones mas altas.
Familia B
El 18 de junio de 1992 se estableció que a partir de 1993 se emplearía una nueva unidad monetaria llamada “Nuevo Peso”, el cual tendría como base de cambio $1,000 pesos por cada nuevo peso. Esta nuevo unidad seria identificada con el símbolo “N$” o anteponiendo la palara “Nuevo”.
Para cumplir con este decreto, el Banco de México emitió una nueva serie de billetes en las denominaciones de $10, $20, $50 y $100 nuevos pesos. Todos los billetes de esta familia miden 67 x 157 milímetros, cuya medida había sido el estándar por años.
Dentro de la historia de los billetes mexicanos esta seria la última familia en usar dimensiones iguales para todas sus emisiones.
Familia C
Un año después, en 1994 ante la adaptación de las personas a este nuevo sistema monetario, se puso en circulación una nueva emisión de billetes con nuevos diseños y medidas conocidos como familia C.
Tenia las denominaciones de $10, $20, $50, $100, $200 y $500, fabricados en dos tamaños, para las denominaciones bajas ($10, $20 y $50) las medidas eran de 129 x 66 mm y para los otros de 155 x 66 mm.
Estos billetes, así como los de las siguiente familias, aun son validos para realizar transacciones, aunque actualmente se encuentran en proceso de retiro. Cuando llegan a los bancos, estos los separan y los envían al Banco de México para dejarlos fuera de circulación
Familia D
Para 1996, consolidado el cambio al nuevo peso, se decidió emitir una nueva serie de billetes donde se eliminaría el adjetivo “Nuevo” y se regresaría al término “Pesos”. Esta serie es conocida como familia D y estuvo vigente de 1996 al 2001.
Al ser una copia de la familia anterior, estos nuevos billetes mantuvieron los mismo diseños y dimensiones, solo se elimino la leyenda “Pagará a la vista al portador” del encabezado. En esta emisión, se imprime por última vez el billete de $10 pesos, ya que su producción era un gasto innecesario al existir monedas de la misma denominación.
Conmemorativos
En el año 2000, por la celebración de los 75 años de la fundación del Banco de México (1925) se imprimieron unos billetes dentro de la misma Familia D conocidos como “conmemorativos”. Son idénticos a los anteriores, a diferencia de tener la leyenda “75 aniversario del Banco de México”.
Familia D1
En Octubre de 2001 se puso en circulación una serie de billetes con nuevas características de seguridad, esta familia se le conoce como D1 y empezó con la emisión de los billetes de $50, $100, $200 y $500 pesos. Los nuevos elementos de seguridad eran:
- Banda iridiscente que cruza de forma vertical y con la denominación impresa.
- Numeral impreso en tinta que cambia de color según el ángulo de visualización.
- Marcas en relieve para identificación por personas invidentes.
Un año después, en Septiembre del 2002 el Banco de México decidió experimentar con un nuevo material de fabricación, el polímero, a fin de extender la vida útil los billetes y dificultar su falsificación. Este nuevo material solo se aplicaría a los billetes de $20 pesos, contando como característica distintiva una ventana transparente.
El ultimo billete de esta familia, fue el de $1,000 pesos, el cual se puso en circulación en Noviembre de 2004 en papel de algodón. La familia D1 se emitió entre los años 2001 al 2010.
Familia F
En 2006 empezó la emisión de una nueva serie de billetes conocidos como la familia F, los cuales presentaban cambios en los elementos de seguridad, los colores y tamaños. Cada billete tenia un color diferente para su fácil identificación.
Cada uno de los billetes eran de diferente tamaño, para ayudar a los invidentes a identificarlos, todos median 66 mm de ancho, y de largo iban desde 120 mm el de denominación mas baja ($20) hasta 155 mm el de más alta ($1,000).
Solo los billetes de $20 y $50 pesos se imprimen en polímero mientras que el resto eran de papel de algodón. Además tenían los siguientes elementos de seguridad:
- Elementos que cambian de color (todas las denominaciones)
- Hilo 3D con símbolos de Caracoles del mismo color del billete (solo $100, $200, $500 y $1000 pesos)
- Ventana transparente (solo $20 y $50 pesos)
Esta familia de billetes se estuvo emitiendo desde el año 2006 hasta el 2020, aunque durante este tiempo se emitieron también algunos billetes conmemorativos.
Conmemorativos
Ante los festejos patrios del año 2010, el Banco de México empezó a emitir en el año 2007 un billete de $100 pesos conmemorativo al Centenario del inicio de la Revolución Mexicana impreso en polímero. Un año después en 2008, comenzó la emisión del billete de $200 pesos conmemorativo al Bicentenario del inicio de la independencia de México impreso en papel algodón.
Posteriormente en el año 2016 empezó la emisión de un nuevo billete de $100 pesos conmemorativos al Centenario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1917.
Cabe señalar que estos billetes no fueron hechos para sustituir ningún billete común, sino que fueron hechos para coexistir con ellos. El hecho de haber emitido pocas piezas es una invitación al público para conservarlos por su excelente diseño y calidad.
Familia F1
En el año 2013, el Banco de México puso en circulación un billete de 50 pesos que incorporaba nuevos elementos de seguridad realizados con la más avanzada tecnología hasta el momento. Estaba fabricado de polímero, su color predominante era el magenta y media 66 mm x 127 mm.
Familia G
En 2018 comenzó a circular una nueva serie de billetes denominada “Identidad histórica y patrimonio natural” formando la familia G. Seria un cambio completo en el diseño de los billetes que resaltan la historia y cultura de México, incluyendo personajes históricos, ecosistemas naturales y patrimonio cultural.
En los reversos, se plasmaron los ecosistemas más representativos de México: ríos y lagos, bosques templados, selvas secas, matorrales y desiertos, costas, mares e islas, y selvas húmedas.
También incorporaría nuevas medidas de seguridad para dificultar su falsificación: estos elementos de seguridad serian: Hilo dinámico y denominación multicolor.
Todos los billetes miden 65 mm de ancho y de largo varían entre 125 mm ($50) a 153 mm ($1,000). Los billetes de $200, $500 y $1,000 pesos se imprimieron en papel algodón, mientras que los de $50 y $100 pesos en polímero.
Conmemorativo
En el año 2021, dentro de esta misma familia de billetes, se emitió un un billete de 20 pesos conmemorativo del Bicentenario de la Consumación de la Independencia, mide 65 mm x 120 mm y esta impreso en polímero.
Conclusión
La historia de los billetes de México va más allá de su función como medio de pago, sino que son considerados piezas de patrimonio cultural del país, además de ser objetos de estudios y de colección; se trata de piezas muy apreciadas por numismáticos en todo el mundo.
En un mundo cada vez más digital, el futuro de los billetes en México es incierto. Sin embargo, el Banco de México ha reiterado su compromiso de mantener el papel moneda como un medio de pago seguro y confiable, mientras explora nuevas tecnologías para hacer frente a los retos del futuro.